Me dormí pensando en dejarme ir y soñé que iba a lo de mi tía Sara. No recordaba cual era su timbre. En eso aparece su voz detrás de mí que dice : -Es el dos. Me hace pasar recién después de tocar el timbre. Al entrar cambio mis sandalias por medias y ella me empieza a contar sobre un tratamiento físico que se está haciendo con la que fue mi profesora de Feldenkrais en la Emad. Yo estaba interesada en saber porque de alguna manera sabía que yo tenía el mismo padecimiento, dato que deduzco mientras empiezo a ponerme curitas en los dedos de los pies como si fuesen anillos. Mientras tanto ella hablaba. Recuerdo que lo primero que dijo fue: “Cuando la tristeza me eliminó la memoria…”
12/01/2018